sábado, 14 de mayo de 2011

Lo insensato que sería el voto fujimorista en la UNCP

¿Qué nos preocupa de la insensatez de los fujimoristas de ahora y también de los de antes? Nos preocupa su falta de memoria histórica, su proyecto que podría resumirse respecto a la educación y a la universidad en: asesinatos, desapariciones, privatización de la educación pública, asistencialismo mediocre y claro apoyar el proyecto “democrático” más vergonzoso del planeta.
Por ello una historia necesita ser contada. Una historia que no solo rompe con la falsedad de la actual “democracia” antidemocrática, sino que nos envuelve en el seno mismo de nuestra conciencia: nuestros muertos, nuestra universidad, nuestro país y nuestra gente. Que no se venga a decir que la historia tiene fin, que no se diga -¡jamás!- que no supimos defenderla.
Hace 20 años aproximadamente, se cometieron -y se siguen cometiendo- los peores crímenes contra la cultura universitaria, contra eso que ya estamos por olvidar: “comunidad universitaria”. Sí, nos despojaron de la paz -aunque ellos dicen que nos la devolvieron, o es que prefieren decirlo así para que su proyecto totalitario no se desprestigie, pero nosotras y nosotros sabemos que no es así-, creyeron amedrentarnos con sus leyes privatizadoras, compraron conciencias -también las siguen comprando- lograron legitimar la vida asquerosa y corrupta que habitaba en sus conciencias asesinas.
Nuestra generación apareció ahí, en el preciso instante en que la universidad pasaba a ser un cuartel más de aquella forma de control, como agentes preconcebidos de una maquinaria que homogeniza nuestras peculiaridades, de ahí que nos vemos atrapados. Entre el seguir así, o seguir sin seguir. Aparecimos en medio de nuestros muertos y desaparecidos, claro sin saber si quiera que también habitaban nuestros salones, los pasillos, los parques en los que nos besamos y bailamos. Pero ahí están, en un día cualquiera, ellos también bailaron y se besaron como nosotrxs.
Estamos seguros que aquellxs compañerxs, trabajadores y docentes no quisieran que nos pase esto otra vez. No se pregunten sobre las posibilidades, si es que están acostumbrados a reflexionar todo, simplemente es que nuestra historia también nos protege y ahora no solo de las armas, de los asesinos sin rostros, de los secuestradores, ni de las dictaduras y “democracias”, sino también de las mentiras. Y nos enseña a defender nuestra dignidad, nuestra academia, nuestra solidaridad, nuestra UNCP.
Un día como hoy -como cualquier otro, no importa cuando- derrotados en vida, defendieron -a su manera- nuestros principios, un día como hoy también los recordamos, por su valentía quizá por su cobardía, para no ser cobardes y para no ceder con los caprichos del estado incapaz respecto a nuestro actual estado educativo-económico.
Esta coyuntura mediocre, nos quiere devolver esa porquería política conocida como “fujimorismo”, legitimada solo por la ignorancia o la ambición de los ricos. Al otro lado de esta cueca “democrática” tampoco nos espera lo mejor; sin embargo si tan solo revisamos esta historia criminal, si tan solo reflexionamos sobre este punto crucial en nuestra vida universitaria, podremos entender que el camino democrático lo hacemos nosotrxs, defendiendo nuestra dignidad y nuestra solidaridad, los politiqueros pasarán, como las dictaduras y las democracias, preguntémonos que quedará: que no sea la ambición de los ricos y tampoco la ignorancia sistematizada.
No es momento de decidir por quien votar, eso lo hace cualquiera, es momento de defender la dignidad, luchar por una justicia para todxs. Eso sí, y es claro, si el “fujimorismo” vence y no solo en las urnas, recuerden no haber leído jamás este escrito. Pues cualquier noche podría salir el sol.

No hay comentarios: