A PROPÓSITO DE SENDERO Y SU ILUMINOSO DESAIRE EN LA UNIVERSIDAD PÚBLICA

Se asume que no hay peor delito que quitarle la facultad de pensar a la persona. La universidad es un espacio de amplio discernimiento y valoración del pensamiento de todas formas. Pensar implica el enjuiciamiento sensato de la realidad, de la desigualdad y la injusticia. Los últimos acontecimientos generados por el sensacionalismo mediocre de los medios de comunicación en confabulación con el estado y los grupos de poder nos demuestras una sola cosa: hasta qué punto los miedos de la población pueden ser utilizados para conveniencia política.

Sendero representa de todos los miedos, uno de los peores. Y es que la “cuota de sangre” exigida para el cambio nunca dejo más que escombros de toda magnitud en las mentalidades, particularmente andinas. La universidad pública en general, y nuestra universidad en particular, debe ceñirse a la memoria, es esta la única forma de confrontar ciertas actitudes estúpidas que la actual coyuntura represiva nos ofrece.

Senderistas en la universidad

Es cierto, hasta el cansancio hemos visto y oído en los medios: Sendero regresa a las universidades, esta vez no se sabe precisamente si para quedarse. No es tan cierto que Sendero con sus casi 30 marines sanmarquinos puedan hacer uso de su razón efectiva: la revolución armada (ahora amnistía general), esta consigna hace mucho dejo de ser primordial dentro de la ética “maoísta” asumida por tales sanguinarios. Todo grupo político tiene derecho a fundamentarse en un sistema de ideas legítimas, pero que sucede cuando una secta intolerante como sendero luminoso asume tener la mejor orientación.

Hace mucho que sendero no incide en el desarrollo de las ideas políticas, su desgaste partidario y doctrinal no tendría cabida en la universidad más que en los anaqueles de la memoria (y claro en cada cierto sujeto que no logra pensar por sí mismo). Para lo único que ha servido sendero después de la pérdida de su “guerra popular” es para servirle de motín politiquero al fujimorismo y al aprismo. También para generar, como ahora, una eficaz “cortina de humo”.

Defensa de la universidad y la facultad de pensar libremente

Cesar Hildebrant asume con mucha razón: “La libertad de pensamiento no puede ser esgrimida por quien, de estar en el poder, te mataría por pensar distinto”. Sendero no ha mejorado en nada su método, ni ha reformulado su visión de la realidad. No podrían reclamar algo que no darían. Éticamente y dentro de la lógica comunista esto es absurdo. Es por esa razón, que no se le puede restringir a la universidad, a ningún estudiante o profesor pensar como le venga en gana. Pero pensar a fin de cuentas.

Los estudiantes organizados estamos dentro del marco de nuestros derechos al pensar libremente, aun sea para enjuiciar tenazmente este asqueroso sistema, odiarlo y hasta perjudicarlo, nuestra ciudadanía lo avala.

Intervención a la universidad y cortina de humo

Esta acusación frontal contra la universidad pública de mayor carácter e incidencia nacional, tiene que ver con la tradición y con la hipocresía. Se sabe que el APRA siempre ha querido tener el control de las universidades y no es nada falso quiera “reorganizar” dicha partidirización de la UNMSM. Por otro lado, la hipocresía no podía ser peor y solo el contexto puede explicarlo, este asunto del senderismo outsider  sirve para tender una cortina de humo frente a la estafa más grande cometida contra el Perú: la venta tramposa de gas a distintos países entre otras acciones que el gobierno da por hechas.

La consecuencia desastrosa de este escándalo apro-fuji-senderista es que la autonomía universitaria se ve afectada, atentando contra la vulnerabilidad y debilidad en la que nos encontramos los estudiantes de universidades públicas. No es posible que agentes, matones, militares y otros entrometidos vengan a amenazarnos con sus clases de amansamiento forzoso, esta vez no lo permitiremos.

Construyamos una universidad de librepensamiento de acción

A toda esta treta embustera y mediática, se suma que nuestra universidad y particularmente las facultades de Ciencias Sociales son las más implicadas como asume la prensa local (sería interesante que estos mencionen la crisis presupuestal de la educación pública, la corrupción interna, el sesgo autoritario de los grupos de poder sobre el control universitario, etc). Este desprestigio sistematizado y cruel no puede ser aceptado. Nuestra opción es la organización estudiantil de base. Los estudiantes queremos el desarrollo de nuestro pueblo, y creemos que estamos cambiando las cosas. No queremos amenazas, ni represión. Queremos una universidad de librepensamiento de acción y no solo amparada en la legalidad constitucional.

¡Ni dogmatismo mesiánico, ni persecución macartista!

¡Por la libertad de expresión y pensamiento!

¡Repudiamos las acciones imbéciles del apro-fuji-senderismo!

¡Otra universidad es posible, arriba lxs que luchan!