Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
La universidad está atravesando una de sus peores crisis, la de la indiferencia científica y desarticulación social. No queremos ser ajenos a la construcción de una universidad humanista, queremos impregnar de sueños los salones de clase, recordando siempre que no es un cuartel el que forjamos, ni soldados obedeciendo implícitamente al gran amo del mundo: el capitalismo. Nuestras voces crecerán desde las acciones más sencillas. Crecerán desde los panfletos, desde la música, desde las paredes y la literatura. Crecerán también en las calles, en las comunidades, en las escuelas y las universidades, pero sobre todo crecerán en los corazones de todos y todas que por años -exactamente 500 años- tuvieron que esconder su piel y sus sueños debajo de espesas lágrimas de impotencia. Ya no queremos jugar a ser libres, queremos ser libres y jugar a que alguna vez no lo fuimos. Queremos la unidad y por eso sabemos quién es el enemigo, el enemigo es uno y lo conocemos. El enemigo no eres tú y tampoco soy yo, el enemigo es solo una idea que hace a algunos engordar sus billeteras mientras lanzan un gesto insensible al indigente que sangra su dolor en la calle del frente. El enemigo es el capitalismo y su estúpida convicción de que el hombre es más humano cuando olvida a los demás. Sabemos que no tenemos la verdad, pero sabemos que en el futuro la tendremos. Nuestra fe no mueve montañas, nuestra fe hoy solo grita… pero mañana -lo prometemos-, mañana arrasará.
1 comentario:
Hola compas, bien con las actividades.. un saludo desde Arequipa.
Publicar un comentario