sábado, 19 de junio de 2010

ELECCIONES EN LA UNCP O LA FARSA MEDIOCRE DEL ESTUDIANTADO

Hace mucho que el futuro dejo de pertenecernos. Tal vez porque no supimos consolidar un pasado nuestro, no nos reapropiamos de la historia, de nuestra historia. Este dilema temporal, asume una responsabilidad: la construcción de un mundo nuevo, de una universidad nueva. ¿Pero quienes forjan la universidad? ¿Quiénes posibilitan su democratización, su éxito? Son acaso estudiantes y profesores, comprometidos con la articulación social, con interés por la ciencia. O políticos y burócratas haraganes, que laboran sin compromiso alguno por la construcción de ese “algo” que consolida a una universidad. Ahí están, “pululando” por las arcas de la “democracia”, esos pequeños ciudadanos tratando de conseguir una oportunidad. No para cambiar el mundo, sino para conseguir algún sucio favor. Este es el mes de consolidación del enclave estudiantil más grande de la UNCP, de nuestra postura colonial frente al cambio. Este es el mes de las elecciones estudiantiles.

La historia será la primera en demostrarnos la ineficacia de las elecciones en términos de representación y consolidación del movimiento estudiantil. La petrificación del modelo de co-gobierno estudiantil actual, no responde necesariamente a la crisis del modelo estatal de control universitario, es decir no tiene su crisis en la modificación de la constitución política, ni la neo liberalización de la educación pública. Aunque estas sean causas directas del debilitamiento de la comunidad universitaria como tal. Y es que dicho sistema, se desvirtuó apenas nació. La reforma de Córdoba, admirada y reconocida, por sus logros dio paso a la partidización de la universidad, en nuestro caso podría decirse que la historia de la universidad es la historia del aprismo militante. Al igual que Encinas y Jaime Cerrón, señalaba Mariátegui: La crisis de la Federación (de estudiantes) depende así de un factor extraño a la situación estudiantil. El sentimiento del estudiantado ha perdido no sólo su influencia en las deliberaciones del Consejo sino también los medios de manifestarse libre y disciplinadamente. La representación estudiantil en el gobierno de la Universidad, dentro de esta situación, sería una farsa.” Y es que el Amauta había reconocido ya la crisis inmediata del modelo universitario de clase media. Hoy en día estas palabras cobran cierta vigencia. El hecho es que no existe representación estudiantil alguna, y no existe en la medida que no existe movimiento estudiantil. Más bien, esta putrefacción mediocre de la instancia de co-gobierno, se ha convertido en un escandaloso negociado de intereses, en la que cobran vida aquellas personalidades ya muertas a causa de su ignorancia.

Las universidades públicas viven un proceso de crisis, en distintos niveles, en base a la necesidad de recursos económicos. Desde que el estado se desvincula de su responsabilidad total con las instituciones de educación superior comienza a surgir un vacío legal como medida de superación para hacer frente a la competencia y a la flaqueza económica. Dicho vacío anuncia el proceso de privatización y mercantilización de la educación pública peruana, no solo se ha adaptado a nuevas formas de organización política y empresarial, sino también a un nuevo lenguaje jurídico, que indiscriminadamente intenta darle un giro económico al sistema de enseñanza nacional. En ese sentido nos encontramos con la ley n° 882 Ley de promoción en la inversión en educación, creada durante la dictadura fujimorista, se entiende por dicha ley que las instituciones educativas y universidades pasan a tener fines de lucro, en la medida que ya no rinden cuentas a órganos constitucionales como la ANR (Asamblea nacional de rectores) sino a la SUNAT, esto quiere decir que el control y gobierno de las nuevas universidades privadas están al control del dueño y ya no de la comunidad de profesores y estudiantes.

En esta situación, las universidades crean nuevas carreras de barata infraestructura, poca proyección social pero de alta demanda. En ese sentido cabría preguntarse ¿Qué propuestas tienen ciertos dirigentillos para crear identidad, fortalecimiento y articulación de nuestra universidad con la población? Acaso el “líder pro-activo” o el empresario emprendedor nos situaran en una dimensión de autonomía y criterio, de ciencia y tecnología. Lo concreto es que el sistema de elecciones antes de ser un beneficio para los estudiantes (a pesar de eso que se llama federación de estudiantes) no ha logrado más que ser un estorbo para las auténticas demandas estudiantiles: incremento del presupuesto, derecho a la autonomía organizativa, a libertad de pensamiento, defensa y seguridad estudiantil, etc.

Vamos a decirlo en términos simples: las elecciones ya no nos sirven, tan solo como forma fantasmagórica de democracia estudiantil mediocre.

Otra universidad es posible

Estamos seguros, que otra universidad si es posible, con la reapropiación de nuestra historia, nuestra memoria, nuestros muertos, nuestro pueblo. Esta vez no basta estar convencidos de cambiarla, sino de crear un lenguaje que nos una a todos y todas, que hable de nosotros en términos de educación y no de mercado. Apostamos por una universidad popular y libertaria al servicio integral de la población, Nuestras armas: Consolidar un movimiento estudiantil sin miras “caudillescas”, construir una verdadera comunidad de profesores y estudiantes, guiados por una conciencia de cambio social bajo la forma economía de la federación.

¡Por un movimiento estudiantil popular y libertario!
¡Por la construcción de un concejo universitario autónomo!
¡Por la asamblea estudiantil general!
¡Abajo la farsa de las elecciones estudiantiles!
¡El voto no respalda, el voto es ignorancia!
¡Otra universidad es posible, arriba lxs que luchan!

1 comentario:

Anónimo dijo...

arriba lxs que luchan