domingo, 26 de junio de 2011

UN VIEJO ANÁLISIS PARA UNA NUEVA CRISIS

-sobre la problemática actual y el futuro incierto de la UNCP-

Los estudiantes somos parte de la vida política, social y económica de nuestra región. No nos merecemos esto. Nuestra dignidad nos dijo que la lucha, a pesar de sus caprichos ideológicos, era nuestra única esperanza.

Los últimos acontecimientos nos han mostrado la crueldad, el hostigamiento y la represión como formas de equilibrar la conveniencia patrimonial de los “dueños” de la universidad. Una vez más el derecho nos ha traicionado. ¿Qué hacemos nosotros si nuestras leyes ya no son nuestras y solo se reducen a mejorar la integridad de los corruptos? ¿Qué hacemos cuando la esperanza por una educación digna, científica y humanista se aleja más, no porque queramos sino porque no les conviene que regularicemos nuestras vidas? ¿Qué hacemos con la indiferencia de la sociedad y la de nuestros propios compañeros, qué con la nostalgia de los padres de nuestros compañeros/as golpeados y asediados?

Es el tiempo de la incertidumbre para nosotros, y de la crisis estructural para nuestra universidad. No podemos reducirnos a generar respuestas que reducen nuestra creatividad, que limitan nuestra esperanza. Esta lucha impone dos frentes: la de los estudiantes, profesores y población convencidos -en autonomía- del cambio, y la de los aparatos de poder representados por los “accionistas” parentales de la universidad. El objetivo debe trascender los confines de la indiferencia y de la división. Estamos a puertas de convencernos que ya no solo somos el reducido comité de lucha, sino el verdadero gremio de estudiantes, ya no representados por el “clásico” estamentalismo burócrata electorero, sino por nuestra confianza académica y destreza emprendedora. ¿Cómo nos organizamos, como nos organizaremos? La asamblea popular es la única alternativa.

La lucha, si es verdadera, ofrece grandezas para los que la abrazan, garantías para los que están desorientados y la solidaridad de un pueblo que emerge con nosotros. UNIDAD: unidad estratégica-táctica y unidad ideológica. Convenzámonos de que esta ya no es solamente la lucha caprichosa de un sector -quizá- interesado de los estudiantes y no lo es porque se ha demostrado la coherencia táctica y la integridad en la acción. Ya no nos preguntemos si saldrá el rector solamente ¿Preguntémonos que pasará después, acaso se irá una camada de corruptos e ingresaran otros, de otro color pero del mismo lenguaje? ¿Conquistaremos el derecho a una educación de calidad, científica y humanista?

No podemos edificar una nueva propuesta para nuestra universidad con las bases de la tradición colonial que aún subsiste y tampoco con formas anticuadas de lucha. ¿Por qué? Porque la lucha antes que un duelo de fuerzas, un “apedreamiento” injusto y una represión compulsiva, es un referente simbólico. Nuestra comunidad en general y nuestra institución en particular no toleran la violencia por conocidas razones, aunque como ha quedado demostrado se legitima ante la terquedad de nuestras -no, no de nuestras ya no- autoridades. Pero esos son movimientos de acción casi instintiva sin reciprocidad, sin generar algo nuevo en los corazones de cada ciudadano. Nuestra lucha se ve envuelta en el espectro de la lucha clasista, les guste o no el término. Porque los ricos mueven sus hilos solo cuando les conviene.

Si queremos una sociedad donde no haya amos ni esclavos, explotadores y explotados, dirigentes y dirigidos, por ello debemos, desde un principio, crearla con nuestras prácticas. Es por eso que pensamos que nuestra forma actual de organización -para la resistencia y la lucha- como la estructuración futura de la sociedad son dos de los puntos esenciales en el que nos diferenciamos del resto de las universidades y organizaciones: si hoy nos damos una estructura vertical, burocrática, dirigencial, mañana veremos cómo esa organización planteada para construir una nueva universidad y porque no: una nueva sociedad, será la que nos explote y nos oprima. Nosotros entendemos que las relaciones que hoy establecemos a la hora de organizarnos tenderán a reproducirse a medida que avancemos en la organización. Por eso optamos por formas organizativas federalistas, sin jerarquías, sin opresión, sin autoridad no legitimada, en perspectiva de que estas sean las bases de la sociedad futura.

Los lazos de solidaridad no son solo lazos, cuando Darwin descubrió grandiosamente la descripción orgánica de la evolución, sentenció que la vida era por la supervivencia, o como Tomas Hobbes por el egoísmo inmanente de los hombres. Pero no, demostrado también está, que así como el trabajo es un factor de la evolución, el apoyo mutuo y la solidaridad también lo son. No solo es nuestra universidad, también nuestros compañeros y hermanos de Huancavelica, agredidos y con un muerto a costas, para el recuerdo que jamás se borrará. Ahora pregunto ¿dejaremos que nuestros hermanos mueran, se desvanezcan, sean olvidados? ¿Seguiremos permitiendo que nos releguen a un segundo plano, a una predeterminación mercantil y laboral, a la reproducción sistematizada de la lógica del mercado?

A todo esto, la única evacuación segura es la verdad. Aquella que contiene las razones históricas de nuestra crisis actual. Ya que este no es un estudio especifico de dicho problema, planteo a grandes rasgos con que nos estamos enfrentando o con que tendremos que enfrentarnos.

La implementación de programas de mercantilización y privatización de la universidad pública. A partir de la crisis laboral, la expansión del fetiche ideológico (dispositivo) del neoliberalismo y la dictadura fuji-montesinista, se decidieron crear programas de cambio y orientación universitaria respecto a la sociedad. La violencia política, los vicios internos, la ideologización masificada fueron los pretextos y los motivos de dicho “control” por los organismos internacionales que democratizan el capitalismo.

La racionalización histórica-institucional de la corrupción. La corrupción tiene dos bases. Una histórica, que se forja a partir de la manipulación de sectores, las prebendas académicas, el compadrazgo universitario y la creación de órganos de pleno interés personal. La otra la legitimación y legalización de esa corrupción a través de los órganos académicos. Cuando nos preguntamos porque la corrupción no se acaba, se debe a que existen resoluciones y/o derechos que la protegen.

La crisis del marco legal y la petrificación de la ley universitaria. En términos de educación y ley se tienen contradicciones puntuales, pues la constitución se ve vulneraba por otras leyes que protegen la inversión y deslegitiman la lucha. La propia ley universitaria no contiene la representación legal que las bases gremiales quisieran obtener, recordemos que la ley es el instrumento no el gobierno.

La crisis de la reforma universitaria y del co-gobierno estudiantil. Aún se apela a conceptos de autonomía, reforma y co-gobierno. Sin embargo queda un trabajo de evaluación de ciertas categorías. Puesto que la reforma ya no ofrece -bajo sus conocidas características- los medios adecuados para enfrentar la actual crisis local-global de la universidad. Por ello los sistemas de co-gobierno son ineficaces, mediocres y serviles a los intereses de la tecno-burocracia.

La despolitización y debilitamiento de los actores de la Universidad. No contamos con organismos claros de vigilancia, ello se debe a que la lucha de coyuntura no logra atacar el núcleo duro de la corrupción y del gobierno. Fenómenos arraigados dentro de nuestra crisis institucional, como la despolitización de las organizaciones estudiantiles, también el debilitamiento de estos ha generado la vulnerabilidad de actores estudiantiles, administrativos y profesores.

La reificación de la tecno-burocracia. ¿Cuál es la forma legítima del gobierno universitario actual? La burocratización de las instituciones se ha convertido en necesidad casi ineludible en nuestras vidas y razones. Es sospechoso que se construyan edificaciones costosas para las oficinas de gestión burocrática y con baja tecnología. Esta es una tendencia que hace desvariar el presupuesto. La universidad no es la coca-cola.

La tradición del poder patrimonial en la UNCP. Por poder patrimonial deben entenderse aquellos lazos parentales, entre los que se apropian aquellos cargos de autoridad. Pertenecen a razones policías oportunistas y también a familias que se creen “dueñas” del negocio.

La predeterminación curricular, uniformidad y predictibilidad laborales y la flexibilización profesional. El currículo no solo es un documento de implementación académica, es también un instrumento de alto contenido ideológico y de intereses. La actual lógica de mercado, exige profesionales que trabajen bajo presión, a los que no se les respeta el ámbito académico.

La crisis de paradigmas académicos específicos. Este es un tema complicado, pues la actual visión y la caracterización de principios solo nombra el quehacer científico dentro del perfil profesional. Pero no existen credibilidad y tampoco certezas en la problematización de los perfiles de investigación ya que no contamos con una asamblea científico-académico. La ciencia ha sido controlada por los órganos de gobierno que como ya sabemos es nula en estas cosas.

La ideología de la gestión y la planificación estratégica. La gestión tan respetada por casi todas las facultades de la universidad es el nuevo programa de adoctrinamiento mediático. No podemos negar que planificar, crear objetivos y acciones estén mal. Lo que está mal es que estos instrumentos ingresas condicionalmente y si replanteo propicio. Este fenómeno trata de homogenizar e instrumentalizar los medios de gestión para, según ellos, saber cuánto avanzamos.

EL CARÁCTER ORGANIZATIVO EN MEDIO DE LA LUCHA

La concepción particular de la educación no nos debe apartar de la lucha mundial por la racionalización pública. En Chile por ejemplo, estudiantes secundarios, universitarios y trabajadores luchan íntegramente bajo un solo frente, los problemas de conquistar la universidad pública y gratuita, que nosotros tenemos aún y que no podemos perder, porque la tendencia a privatizar las instituciones públicas es eminente. El medio educativo es una institución del capitalismo, subordinado a las necesidades del capital y por ende a la reproducción del sistema.

El federalismo se basa en la integración de lo múltiple, oponiéndose a la idea de la centralización como forma organizativa. Así, buscamos la participación de todos en espacios federalistas basados en la horizontalidad (ya que todos somos iguales a la hora de discutir, decidir y actuar), la democracia directa (con la asamblea como instancia donde todos discutimos y decidimos en conjunto), y la auto-disciplina (ya que todos participan por voluntad propia y sin que los obliguen, y por lo tanto han de asumir las responsabilidades que esto implica).

Crear un nuevo órgano de representación y gobierno estudiantil con carácter gremial. Una mesa de gobierno estudiantil que tenga capacidad de decisión académica y técnica dentro de las instancias de concejo y asamblea universitaria, vigilada y legitimada por las delegaciones nucleares de cada facultad y cada salón.

Por: Marko A.
(Discurso preparado para alguna asamblea)
Miércoles, 22 de junio del 2011

Centro de Estudios Sociales
“Manuel González Prada”

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