martes, 24 de septiembre de 2013
2do FESTIVAL DE CULTURA VIVA “TODOS BAJO EL MISMO CIELO”
6 al 7 de diciembre de 2013
Huancayo – Perú
Organizadores
CENTRO DE ESTUDIOS SOCIOCULTURALES – MANUEL GONZÁLEZ PRADA
__________________________
Estamos en la etapa de la Convocatoria a gestores, actores, artistas, académicos, organizaciones culturales y a todo aquel que considere importante su participación, la convocatoria también va dirigida a voluntarios que deseen ser parte el equipo organizador, que esperas ven y participa de este festival!!!
Envíanos las siguientes fichas rellenadas para confirmar tu participación.
ces.prada@gmail.com
harawicu@hotmail.com
Teléfonos: 64 - 984763798
Sandro Delacruz E.
__________________________
Ficha Voluntariado:
http://es.scribd.com/doc/
Ficha Participante:
jueves, 8 de marzo de 2012
Carta a la necedad (a propósito del 8 Marzo)
“La lucha por derechos, sean de las mujeres o de los varones, o de las clases, está entrampada en los presupuestos liberales e iluministas que, como hemos visto, incluso con las mejores intenciones, no han hecho más que aumentar en las últimas décadas, la mortandad por hambre, guerras, miseria, exterminio y abortos clandestinos de embarazos no deseados”
- Leonor Silvestri-
Quedarse en el mundo donde perdura el siempre y el nunca; donde los estupores y los a veces, son reiteradamente aniquilados. Esperando con agenda en mano, se materialice un deseo reiterado por generaciones de no pocas parias. Se recrea una y otra vez –de vez en cuando y de vez en vez (siendo precisa los siempre 08 de marzo)- situaciones en las que el “poder”, lo femenino y la institucionalización convergen en un escenario, mediado por un diálogo redundante, acaecido en lo parafernalio y constriñendo las palabras que la lengua ataviada prefiere dejar en un lado del bolso.
El lugar de la oposición ha sido ocupado por la convincente tecnocracia, esta labor -parsimónica en su creatividad- emite una opción para el olvido de lo dignamente importante y para la reconciliación con lo que siempre estuvo en contra de nuestra indocilidad.
La continuación de las preguntas que incumben la preocupación por el futuro –y aparentemente- por quienes llegarán después de nosotras, tienen sus respuestas en el interés por una red de bienestar, que poco a poco, va diluyéndose en una ficción sostenida por muchas y dirigida por la democracia -siendo exaltada al punto de llegar a creérselo, pero no, esto es una práctica lacónica-. Dirigiéndose hacia una meta real, la consigna busca eficacia en la salida del espacio privado, el desenvolvimiento en el espacio público y el empoderamiento dentro de él -¿existe espacio que conquistar?- : la construcción del refugio se torna en una libertad omitida.
Lo seguro es que el plan de equidad de género se aplique en toda la burocracia, lo incierto es que la libertad –ese hecho de reflexión mutua-, en consecuencia, equilibre nuestras existencias. La reanudación de una historia donde la opacidad de la subyugación al interés de “los Otros” sea eliminada, para que el orden cardinal no intervenga en el modo de relacionarnos. Y no olvidar que este presente, repleto de estrategias técnicamente correctas y políticamente útiles, no llegará a concurrir en el lugar de las esperanzas infantiles -que, sí tienen oportunidad de ser realidad-.
jueves, 17 de noviembre de 2011
Una vez más
Una vez más… las paredes pintadas, lo cartelitos por las calles, los inmensos y folklóricos costalillos con pintura, consignas de cambio, transformación y alguna otra memez que intentan creer los pequeños ciudadanos democráticos para no evidenciar su decadencia. Votar significa obedecer, no existir. Lástima que lo que abracen esta consigna sean algunos cuadriculados individuos. Mientras la mayoría solo entiende algo de su corta existencia otros intentan domesticarse con el etílico poder que apenas conocen: los cargos. A nuestra universidad le atacan por ambos lados y como les da la gana. Desde su fundación unos juegan a la democracia otros al radicalismo y viceversa. El problema es que nunca jugaron de los dos lados salvo por recordados oportunismos mediáticos que argumentaban una ética para la población. Necesitamos que olviden su patrimonio, su ansia de poder, su enfermedad. Los democráticos piden paz (y elecciones), los radicales violencia (y voto viciado). La solución es que ataquen desde los dos frentes y al mismo tiempo: democracia radical o radicalismo democrático, en suma da igual el orden, puesto que el movimiento es el mismo: estudiantes organizados con la única consigna de entenderse a sí mismos como personas libres. Nos falta entender que en la política verdadera vale más la razón que las circunstancias. ¿Qué harán todos esos soldaditos reproductores de una falsa idea de cambio? ¿Estudiarán las leyes que gobiernan la sociedad? ¿Diseñarán políticas democráticas innovadoras? ¿Pensarán tomar la universidad para intentar cambiar el mundo? ¿Pensaran en las tranzas económicas, en los pactos familiares? En el mejor de los casos ¿Intentaran salirse de esta tradición que oprime? ¿Lucharán por una universidad científica y democrática? No se sabe, y como siempre lo único que se sabe es lo que sucederá en el peor de los casos: todos y todas irán a votar, a ensuciarse de democracia inventada, a creerse dueños de sí. Pero nada, nada habrá cambiado en la conciencia de nadie. Luego sucederán las mismas cretinas historias: elección de decanos con intensiones ajenas a los fines universitarios, algún desplante en el comedor, alguna posible toma de universidad. Y también pasará porque la estupidez siempre brinca en medio de la ignorancia. Lo bueno es que hay estudiantes que se van dando cuenta de todo esto, de que la “democracia” es un fetiche de los que controlan las instituciones y por ende pretenden controlarnos; también que la “radicalidad” es una insensatez anticuada que se embiste de pueblo. Lo malo es que odiamos dos conceptos que nos han robado aquellos: poder y política. El poder no está allá arriba como dicen que esta dios y los ángeles o el rey y el papa o el presidente de alguna república, de alguna dictadura. El poder está en todas las relaciones sociales: en un análisis de sangre, en el autobús, en la relación de pareja(s), en el salón de clases, son relaciones de fuerza que evidencian nuestro progreso o fracaso y que en última instancia dependen de su articulación con aquel poder institucionalizado. Lo político es lo más sencillo y debería ser lo más digno; no está dentro del discurso obsoleto de los gobernantes ni en las relaciones políticas internacionales, ni en el rector y su resma de sabios, ni en los estudiantes candidatos y su palabrería pegajosa, la política es un espacio de cambio en la unidad básica de organización: la asamblea universitaria, no esa ridiculez que tenemos por ley sino una verdadera donde democracia y radicalidad se entiendan no se contradigan, democracia y horizontalidad para todos y todas y radicalidad contra el Estado que es el verdadero enemigo.
Ojala estas “elecciones de representantes estudiantiles” tengan mejores resultados que antes. No asistir y demostrar simbólicamente nuestro desacuerdo sería bueno, pero nadie se atreverá. Votar viciado será una expresión simplista y poco rigurosa, votar por cualquiera (como siempre) será la “mejor opción”. Pero este mensaje no tiene la intención de arruinarle la fiesta a nadie ahora, pretende en alguna medida colocarse dentro de los debates de estudiantes verdaderos que no inventan el cambio sino que lo necesitan, para que quizá las próximas elecciones ya no sean “elecciones” sino fiestas de estudiantes dentro de una asamblea digna.
viernes, 7 de octubre de 2011
viernes, 26 de agosto de 2011
¡Lucha estudiantil en Chile irradia su ejemplo y emoción!
TENDENCIA ESTUDIANTIL LIBERTARIA
– Base U.N.M. San Marcos-
Comunicado
Compañeras y compañeros universitarios:
Nosotros, los que conformamos Tendencia Estudiantil Libertaria, organización de estudiantes de todos los ámbitos de la enseñanza pública y privada del Perú, nos dirigimos a ustedes y al público en general para celebrar en estas horas de lucha la resistencia del estudiantado chileno en guerra contra el modelo de la “educación de mercado”, que como en toda Latinoamérica, en su país se ha venido implementando bajo el oprobio de un régimen económico neoliberal, que durante décadas y bajo la imposición de las botas militares de una de las dictaduras más crueles que ha visto el continente primero, y luego con un retorno a la democracia burguesa a través de un infame pacto político denominado “concertación”, ha privado a su pueblo del mejor acceso e implementación de una educación científica, critica y popular.
Las grandes movilizaciones de este año 2011, han no sólo irrumpido en la escena pública y política, sino también rebasado fronteras, irradiado su ejemplo o por lo menos la solidaridad fraterna de las organizaciones y pueblos que luchan contra la injusticia del modelo imperante.
La gran movilización estudiantil chilena a puesto en jaque no sólo al “modelo neoliberal” en el vecino del sur, sino en todo nuestro continente, pues toda esa ola nacida de la imposición de la economía de mercado, de acuerdo a los planes y dictados del imperialismo del periodo de la globalización y los organismos financieros internacionales que le son sirvientes.
Proceso de lucha estudiantil en Chile
Por ello, esta lucha estudiantil no es un estallido espontáneo, ni caótico o una reacción contra alguna arbitrariedad reciente, como pueden pretender hacer creer algunos "medios de información social". La lucha estudiantil en Chile es de larga data y parte incluso de la misma fase del régimen militar pinochetista. Es decir, es parte de un proceso que empezó como un enfrentamiento frontal y valiente contra la dictadura
Las actuales luchas tienen antecedentes en las movilizaciones del año 2001 denominadas por la prensa “El Mochilazo”, convocado por la Asociación Coordinadora de Estudiantes Secundarios (ACES), en una protesta con tomas de liceos (colegios y escuelas) y marchas contra el cobro por carnet escolar y por reformas en el sistema de transporte público. Pese a que lo propios medios trataron de enlodar la protesta como un acto “lumpenesco”, los estudiantes lograron la solidaridad del pueblo, empezar a despejar la anteojera respecto a lo que significaba la educación de mercado.
El 10 de marzo de 1990, la dictadura pinochetista oficializó la denominada Ley Orgánica Constitucional de Enseñanza (LOCE), en los últimos días de su administración al frente del Estado chileno. Fue la más burda forma de convertir a la educación pública de un derecho social del pueblo, en un negocio de privados, que ni siguiera tuvo los resultados que sus propulsores esperaron. Más aun aspectos como la “municipalización” de la educación (traspaso de la administración de los establecimientos educacionales desde el Ministerio a la comuna de la zona), para los casos de varios colegios, constituyeron un verdadero desastre, aun dentro de los márgenes de la educación de mercado.
La traición de la “Concertación”
Pese a la oposición estudiantil, la LOCE se aplicó a lo largo de 16 años. Pero este contexto fue abonando el terreno para una nueva y mayor movilización estudiantil. Ya en pleno gobierno de la “socialista” Michel Bachelet (La denominada Concertación, es decir la alianza entre el Partido Socialista y el Demócrata Cristiano), el revitalizado movimiento estudiantil ve la ocasión de tirarse abajo la ley pinochetista. Es así que hacia mediados del 2006 los estudiantes secundarios inician una serie de movilizaciones y tomas de liceos, a lo que se sumó posteriormente el paro de la mayoría de las universidades. La prensa denominó a estas movilizaciones “revolución pingüina", en alusión al uniforme de los estudiantes secundarios. Sin embargo, al gobierno de Bachelet le bastó con hacer oídos sordos a los reclamos de eliminación de la LOCE (fin de la municipalización de la educación, la exigencia de pasaje gratuito en la locomoción colectiva, y otras demandas). Para apaciguar las aguas se nombró un Consejo Asesor Presidencial para la Educación, que elabora el proyecto de "Ley General de Educación", que finalmente no tomaría en cuenta las principales exigencias del movimiento estudiantil de entonces.
Para el año 2007, las movilizaciones fueron decayendo a causa de la represión del movimiento traducida en expulsiones y procesos a dirigentes estudiantiles y la “criminalización” mediática. También hicieron su parte en la fragmentación interna de la unidad del movimiento, por la influencia disociadora de partidos políticos. Los docentes organizados en el Colegio de Profesores de Chile convocaron a diversas paralizaciones (denominadas “Puertazos”) contra el proyecto de Ley General de Educación. Contra viento y marea el Congreso chileno, a través de su Cámara de Diputados primero, y la de Senadores después, se toma el resto del año para aprobar dicha ley. Finalmente, el 7 de agosto del 2009, la presidenta Michel Bachelet oficializa la Ley General de Educación. Pero dicha norma sólo realizó maquillajes cosméticos a la legislación pinochetista.
La herencia actual del pinochetismo, ‘filtrada’ por la Concertación ha afianzado un sistema educativo segregacionista, con ‘instituciones educativas’ que aceptan estudiantes con mejores posiciones económicas y otras destinadas para algunos de los estudiantes más pobres. Lo peor es que en los niveles de enseñanza superior se hace más patente la injusticia y división social: “El arancel de pago de una carrera universitaria sobrepasa siempre el sueldo que obtiene la mayor parte de la fuerza laboral en Chile”, manifiesta un compañero estudiante del Frente de Estudiantes Libertarios de Chile.
Respecto a todo el proceso vivido qué mejor análisis que el de los propios protagonistas. “Durante este extenso proceso de derrotas estudiantiles se experimentó un recambio considerable en las formas de lucha y en las maneras de hacer política estudiantil. De este proceso surgen con fuerzas las denodadas críticas a las dirigencias estudiantiles que elaboran los petitorios del conjunto de los estudiantes entre cuatro paredes, respondiendo a los requerimientos de sus respectivos partidos políticos y la ya conocida práctica de negociaciones a espaldas del movimiento estudiantil”, señala otro compañero estudiante chileno. Esto demuestra que una orgánica de representatividad sin la participación activa de las bases es una instancia burocratizada y negativa para el movimiento.
En este periodo surge la Confederación de Estudiantes de Chile (CONFECH) que congrega a los estudiantes de las universidades del Consejo de Rectores (tradicionales) organizados en federaciones, organización que ya tiene a la actualidad más de diez años de historia, y sigue protagonizando las luchas estudiantiles.
La propuesta de los estudiantes libertarios
Sin embargo, desde entonces y hacia las recientes y contundentes marchas estudiantiles contra el embate de neoliberalismo más conservador representado por el régimen de Sebastián Piñera, el movimiento estudiantil chileno está mucho más vitalizado con la presencia de compañeros y organizaciones de base de tendencia socialista libertaria. Esto no es casual y es producto de todo ese proceso de apertura a la democracia directa dentro del movimiento estudiantil. Es así que en dicho ámbito ha florecido una cultura y práctica política centrada en el diálogo directo entre los estudiantes de base, de manera horizontal, y en la cual los representantes estudiantiles son simples voceros de las posiciones acordadas por sus bases a quienes se deben.
En este marco ha sido una consecuencia necesaria el surgimiento de un Frente de Estudiantes Libertarios, que abarca varias ciudades principales del país del sur, desde donde las prácticas libertarias basadas en la democracia directa de base, la horizontalidad, el asambleísmo, van ganando terreno, frente al progresivo desprestigio de viejos referentes políticos partidarios tradicionales que desde la izquierda pretenden aun proseguir con dinámicas y orgánicas autoritarias, que tienden a alejarse de las masas y usufructuar las decisiones y la dirección, pese a que en el terreno de la política burguesa se han mostrado como los principales colaboradores de los gobiernos de turno, para contener el vigor y fragor de un movimiento estudiantil que asume prácticas libertarias y cuestiona el accionar político tradicional dentro del movimiento estudiantil.
Cabe señalar que este decantamiento y esclarecimiento se fue dando ante el cada vez más patente acercamiento de referentes históricos de la izquierda chilena, como el PC (Partido Comunista) por ejemplo, hacia la Concertación gobernante, que a estas alturas, pese a haber perdido el poder en manos de la derecha conservadora aglutinada en torno al actual presidente, Sebastián Piñera, no puede evadir su deuda histórica y traición al movimiento popular.
Sin embargo, estos sectores han tratado siempre de pescar a río revuelto, y unidos, el PC y la Concertación, han promovido plataformas electorales para insertarse en las federaciones estudiantiles, llegando a la actualidad a copar las dirigencias de las federaciones del CONFECH (alrededor de 15 federaciones de las 27) y dentro del movimiento secundario dentro de la FEMES (Federación Metropolitana Estudiantes Secundarios) que integra liceos emblemáticos.
Sin embargo, para la tendencia libertaria, más que los hegemonismos, lo importante es que la dirección del movimiento estudiantil la tenga y mantengan las propias bases organizadas, generando instancias de Democracia Directa que dé mayor capacidad y dinamismo al movimiento estudiantil.
Aquí hay que destacar el papel que vienen cumpliendo los estudiantes libertarios, producto de esas luchas, y que ha permitido derivar el conflicto estudiantil de lo meramente gremial hacia el ámbito social. De un reclamo sectorial a un problema de vital importancia ante la opinión pública. El conflicto educativo en Chile encuentra en una encrucijada donde todos los ojos de Latinoamérica, y principalmente de los sectores estudiantiles populares, están puestos sobre su movimiento estudiantil.
Ahora más que nunca es necesaria la unidad y la solidaridad, para enfrentar las divisiones y los ataques que socaven la combatividad del movimiento, la que no puede medirse en base a las demostraciones callejeras de combatividad, sino teniendo en cuenta la fuerza y la articulación del poder popular estudiantil que se va generando dentro de pueblo.
Poder Popular en acción: de los liceos tomados a los liceos autogestionados
Uno de los casos más resaltantes lo constituye el de algunos liceos, en el propio Santiago y Valparaíso, tomados por estudiantes, profesores y padres, donde se viene dando la autogestión educativa. Las materias de las clases y los enfoques de las mismas son decididos por los estudiantes y realizados por profesores externos voluntarios, contando además con la integración de padres y profesores internos. Esta es una respuesta contundente y creativa, frente a aquellas voces –que al igual que por estos lares, con cada paralización o huelga en los colegios o universidades alegan que las tomas y paros ‘sólo sirven para perder clases’. Es la ‘escuela libertaria’ en acción, en medio de un contexto de lucha social; es la forma en la que el pueblo mismo se educa constituyéndose en autor de su propia historia.
La perspectiva del movimiento estudiantil libertario
La victoria del movimiento estudiantil depende de la unidad interna y externa con el movimiento popular en general, en apoyo a las demandas de los estudiantes reivindicando una educación que responda a los intereses y necesidades del pueblo. En este contexto, la articulación y coordinación de las diversas protestas en defensa de los recursos naturales, mejores condiciones laborales y los reclamos estudiantiles contribuyen a socavar las bases del poder gubernamental, solamente en la medida en que den con la consigna de la construcción del Poder Popular. Esto se logra no sólo con la protesta y la lucha reivindicativa, sino con la construcción de orgánicas y dinámicas que basándose en el ejercicio por las masas de la democracia directa, superen las demandas reivindicativas y aborden la cuestión del poder político, y el cuestionamiento directo al modelo político y económico. Generar la movilización constante en torno a una dinámica que evidencie la potencialidad organizativa de los sectores populares, desde donde se proyecte una direccionalidad y perspectiva al movimiento estudiantil, ya no como un reclamo sectorial sino como parte de toda una lucha social general.
Solidaridad con la lucha estudiantil en Honduras
El clamor por una educación gratuita, libre, científica y popular también se siente en otras latitudes. Desde aquí saludamos a los estudiantes secundarios de Honduras, que esta semana se han movilizado en la capital de ese país (Tegucigalpa), en contra de la Ley General de Educación. Cientos de estudiantes, padres y profesores vienen siendo reprimidos y perseguidos por la policía y fuerzas especiales de la represión del Estado hondureño. Confiamos en que ello no amilanará el movimiento, sino que lo fortalecerá, como las grandes luchas sociales que se templan en el acero de la acción y crecen en experiencias y adhesiones. Porque esta es la manera en la que verdaderamente se activa y organiza el movimiento estudiantil y popular.
¡¡Arriba los y las que luchan!!
Tendencia Estudiantil Libertaria
Agosto del 2011
martes, 2 de agosto de 2011
Coloquio de estudiantes: "La universidad pública en discusión"
Coloquio de estudiantes
"La universidad pública en discusión"
-Legado, desafíos y perspectivas-
Este coloquio es parte de un proyecto de investigación y articulación, una plataforma de pensamiento y toma de posición colectiva que existe como demanda interna de los que creemos que otra universidad es posible. El evento tiene como objetivo analizar la situación histórica, el legado institucional, las perspectivas y las posibilidades de la universidad pública ante su actual crisis.
Participan:
- Est. Luis Romero - UNMSM
- Est. Marko Choque - Fac. Sociología UNCP
- Est. Redi Yarihuamán - Fac. Educación UNCP
- Est. José Lovatón - Fac. Sociología UNCP
- Est. Carlos Lazo - Fac. Educación UNCP
- Est. Oscar Orihuela - Fac. Antropología UNCP
- Bach. Claudio Rivera Beraún - JOTACE
- Comunidad Científica Universitaria - UNCP
domingo, 26 de junio de 2011
UN VIEJO ANÁLISIS PARA UNA NUEVA CRISIS
-sobre la problemática actual y el futuro incierto de la UNCP-
Los estudiantes somos parte de la vida política, social y económica de nuestra región. No nos merecemos esto. Nuestra dignidad nos dijo que la lucha, a pesar de sus caprichos ideológicos, era nuestra única esperanza.
Los últimos acontecimientos nos han mostrado la crueldad, el hostigamiento y la represión como formas de equilibrar la conveniencia patrimonial de los “dueños” de la universidad. Una vez más el derecho nos ha traicionado. ¿Qué hacemos nosotros si nuestras leyes ya no son nuestras y solo se reducen a mejorar la integridad de los corruptos? ¿Qué hacemos cuando la esperanza por una educación digna, científica y humanista se aleja más, no porque queramos sino porque no les conviene que regularicemos nuestras vidas? ¿Qué hacemos con la indiferencia de la sociedad y la de nuestros propios compañeros, qué con la nostalgia de los padres de nuestros compañeros/as golpeados y asediados?
Es el tiempo de la incertidumbre para nosotros, y de la crisis estructural para nuestra universidad. No podemos reducirnos a generar respuestas que reducen nuestra creatividad, que limitan nuestra esperanza. Esta lucha impone dos frentes: la de los estudiantes, profesores y población convencidos -en autonomía- del cambio, y la de los aparatos de poder representados por los “accionistas” parentales de la universidad. El objetivo debe trascender los confines de la indiferencia y de la división. Estamos a puertas de convencernos que ya no solo somos el reducido comité de lucha, sino el verdadero gremio de estudiantes, ya no representados por el “clásico” estamentalismo burócrata electorero, sino por nuestra confianza académica y destreza emprendedora. ¿Cómo nos organizamos, como nos organizaremos? La asamblea popular es la única alternativa.
La lucha, si es verdadera, ofrece grandezas para los que la abrazan, garantías para los que están desorientados y la solidaridad de un pueblo que emerge con nosotros. UNIDAD: unidad estratégica-táctica y unidad ideológica. Convenzámonos de que esta ya no es solamente la lucha caprichosa de un sector -quizá- interesado de los estudiantes y no lo es porque se ha demostrado la coherencia táctica y la integridad en la acción. Ya no nos preguntemos si saldrá el rector solamente ¿Preguntémonos que pasará después, acaso se irá una camada de corruptos e ingresaran otros, de otro color pero del mismo lenguaje? ¿Conquistaremos el derecho a una educación de calidad, científica y humanista?
No podemos edificar una nueva propuesta para nuestra universidad con las bases de la tradición colonial que aún subsiste y tampoco con formas anticuadas de lucha. ¿Por qué? Porque la lucha antes que un duelo de fuerzas, un “apedreamiento” injusto y una represión compulsiva, es un referente simbólico. Nuestra comunidad en general y nuestra institución en particular no toleran la violencia por conocidas razones, aunque como ha quedado demostrado se legitima ante la terquedad de nuestras -no, no de nuestras ya no- autoridades. Pero esos son movimientos de acción casi instintiva sin reciprocidad, sin generar algo nuevo en los corazones de cada ciudadano. Nuestra lucha se ve envuelta en el espectro de la lucha clasista, les guste o no el término. Porque los ricos mueven sus hilos solo cuando les conviene.
Si queremos una sociedad donde no haya amos ni esclavos, explotadores y explotados, dirigentes y dirigidos, por ello debemos, desde un principio, crearla con nuestras prácticas. Es por eso que pensamos que nuestra forma actual de organización -para la resistencia y la lucha- como la estructuración futura de la sociedad son dos de los puntos esenciales en el que nos diferenciamos del resto de las universidades y organizaciones: si hoy nos damos una estructura vertical, burocrática, dirigencial, mañana veremos cómo esa organización planteada para construir una nueva universidad y porque no: una nueva sociedad, será la que nos explote y nos oprima. Nosotros entendemos que las relaciones que hoy establecemos a la hora de organizarnos tenderán a reproducirse a medida que avancemos en la organización. Por eso optamos por formas organizativas federalistas, sin jerarquías, sin opresión, sin autoridad no legitimada, en perspectiva de que estas sean las bases de la sociedad futura.
Los lazos de solidaridad no son solo lazos, cuando Darwin descubrió grandiosamente la descripción orgánica de la evolución, sentenció que la vida era por la supervivencia, o como Tomas Hobbes por el egoísmo inmanente de los hombres. Pero no, demostrado también está, que así como el trabajo es un factor de la evolución, el apoyo mutuo y la solidaridad también lo son. No solo es nuestra universidad, también nuestros compañeros y hermanos de Huancavelica, agredidos y con un muerto a costas, para el recuerdo que jamás se borrará. Ahora pregunto ¿dejaremos que nuestros hermanos mueran, se desvanezcan, sean olvidados? ¿Seguiremos permitiendo que nos releguen a un segundo plano, a una predeterminación mercantil y laboral, a la reproducción sistematizada de la lógica del mercado?
A todo esto, la única evacuación segura es la verdad. Aquella que contiene las razones históricas de nuestra crisis actual. Ya que este no es un estudio especifico de dicho problema, planteo a grandes rasgos con que nos estamos enfrentando o con que tendremos que enfrentarnos.
La implementación de programas de mercantilización y privatización de la universidad pública. A partir de la crisis laboral, la expansión del fetiche ideológico (dispositivo) del neoliberalismo y la dictadura fuji-montesinista, se decidieron crear programas de cambio y orientación universitaria respecto a la sociedad. La violencia política, los vicios internos, la ideologización masificada fueron los pretextos y los motivos de dicho “control” por los organismos internacionales que democratizan el capitalismo.
La racionalización histórica-institucional de la corrupción. La corrupción tiene dos bases. Una histórica, que se forja a partir de la manipulación de sectores, las prebendas académicas, el compadrazgo universitario y la creación de órganos de pleno interés personal. La otra la legitimación y legalización de esa corrupción a través de los órganos académicos. Cuando nos preguntamos porque la corrupción no se acaba, se debe a que existen resoluciones y/o derechos que la protegen.
La crisis del marco legal y la petrificación de la ley universitaria. En términos de educación y ley se tienen contradicciones puntuales, pues la constitución se ve vulneraba por otras leyes que protegen la inversión y deslegitiman la lucha. La propia ley universitaria no contiene la representación legal que las bases gremiales quisieran obtener, recordemos que la ley es el instrumento no el gobierno.
La crisis de la reforma universitaria y del co-gobierno estudiantil. Aún se apela a conceptos de autonomía, reforma y co-gobierno. Sin embargo queda un trabajo de evaluación de ciertas categorías. Puesto que la reforma ya no ofrece -bajo sus conocidas características- los medios adecuados para enfrentar la actual crisis local-global de la universidad. Por ello los sistemas de co-gobierno son ineficaces, mediocres y serviles a los intereses de la tecno-burocracia.
La despolitización y debilitamiento de los actores de la Universidad. No contamos con organismos claros de vigilancia, ello se debe a que la lucha de coyuntura no logra atacar el núcleo duro de la corrupción y del gobierno. Fenómenos arraigados dentro de nuestra crisis institucional, como la despolitización de las organizaciones estudiantiles, también el debilitamiento de estos ha generado la vulnerabilidad de actores estudiantiles, administrativos y profesores.
La reificación de la tecno-burocracia. ¿Cuál es la forma legítima del gobierno universitario actual? La burocratización de las instituciones se ha convertido en necesidad casi ineludible en nuestras vidas y razones. Es sospechoso que se construyan edificaciones costosas para las oficinas de gestión burocrática y con baja tecnología. Esta es una tendencia que hace desvariar el presupuesto. La universidad no es la coca-cola.
La tradición del poder patrimonial en la UNCP. Por poder patrimonial deben entenderse aquellos lazos parentales, entre los que se apropian aquellos cargos de autoridad. Pertenecen a razones policías oportunistas y también a familias que se creen “dueñas” del negocio.
La predeterminación curricular, uniformidad y predictibilidad laborales y la flexibilización profesional. El currículo no solo es un documento de implementación académica, es también un instrumento de alto contenido ideológico y de intereses. La actual lógica de mercado, exige profesionales que trabajen bajo presión, a los que no se les respeta el ámbito académico.
La crisis de paradigmas académicos específicos. Este es un tema complicado, pues la actual visión y la caracterización de principios solo nombra el quehacer científico dentro del perfil profesional. Pero no existen credibilidad y tampoco certezas en la problematización de los perfiles de investigación ya que no contamos con una asamblea científico-académico. La ciencia ha sido controlada por los órganos de gobierno que como ya sabemos es nula en estas cosas.
La ideología de la gestión y la planificación estratégica. La gestión tan respetada por casi todas las facultades de la universidad es el nuevo programa de adoctrinamiento mediático. No podemos negar que planificar, crear objetivos y acciones estén mal. Lo que está mal es que estos instrumentos ingresas condicionalmente y si replanteo propicio. Este fenómeno trata de homogenizar e instrumentalizar los medios de gestión para, según ellos, saber cuánto avanzamos.
EL CARÁCTER ORGANIZATIVO EN MEDIO DE LA LUCHA
La concepción particular de la educación no nos debe apartar de la lucha mundial por la racionalización pública. En Chile por ejemplo, estudiantes secundarios, universitarios y trabajadores luchan íntegramente bajo un solo frente, los problemas de conquistar la universidad pública y gratuita, que nosotros tenemos aún y que no podemos perder, porque la tendencia a privatizar las instituciones públicas es eminente. El medio educativo es una institución del capitalismo, subordinado a las necesidades del capital y por ende a la reproducción del sistema.
El federalismo se basa en la integración de lo múltiple, oponiéndose a la idea de la centralización como forma organizativa. Así, buscamos la participación de todos en espacios federalistas basados en la horizontalidad (ya que todos somos iguales a la hora de discutir, decidir y actuar), la democracia directa (con la asamblea como instancia donde todos discutimos y decidimos en conjunto), y la auto-disciplina (ya que todos participan por voluntad propia y sin que los obliguen, y por lo tanto han de asumir las responsabilidades que esto implica).
Crear un nuevo órgano de representación y gobierno estudiantil con carácter gremial. Una mesa de gobierno estudiantil que tenga capacidad de decisión académica y técnica dentro de las instancias de concejo y asamblea universitaria, vigilada y legitimada por las delegaciones nucleares de cada facultad y cada salón.
Por: Marko A.
(Discurso preparado para alguna asamblea)
Miércoles, 22 de junio del 2011
Centro de Estudios Sociales
“Manuel González Prada”
domingo, 29 de mayo de 2011
CARTA A LOS ESTUDIANTES DE LA UNCP
-a propósito de la lucha de los comensales-
Al ver estas imágenes siento que la cólera me adormece el alma, también la impotencia. Nada nuevo hemos descubierto los estudiantes, tan solo la esperanza de que esta lucha no será olvidada. ¿A qué monstruoso ser se le ocurre enviar más de 1000 policías a envestir, a ultrajar una institución que albergaba tan solo ideas de mujeres, hombres… Estudiantes? ¿a qué criminal se le da la responsabilidad de golpear, disparar e insultar a su propio hermano, prójimo si se quiere? ¿Cómo podríamos caracterizar ésta patología moderna, esta emprendedora forma de controlar, de reprimir hasta el hartazgo exclusivo y fetiche una forma de expresión? No llego a entenderlo.
Todo comenzó como jugando, jugando a la democracia que nuestro país nunca nos enseño a construir a golpe de caudillismo, dictadura e improvisación. Organizándonos, gregándonos sobre ese reducido espacio llamado comedor, comedor universitario. Seguramente no será ya el mismo, pues en adelante se forjará de espíritus de lucha, de seres animadamente combativos. Empezaron las asambleas, las decisiones, la ardua tarea de asumir responsabilidades, empezaron también las críticas y con ellas la construcción de un movimiento que decidió enfrentarse al bastión tecno-burocrático, con sus únicas armas: las ideas, la organización y la ilusión de cambiar las cosas.
La mañana del 16 de mayo, la UNCP amaneció valiente, con un camino trazado: el incremento presupuestal y la lucha contra la tecno-corrupción. Asistidos por la voluntad y fortaleza que caracteriza al joven universitario de la región centro, se decidió no claudicar hasta conseguir la aceptación de eso que se llama pliego de reclamos, esa lista de pedidos impedibles, esa conspiración “falsa” de actitudes ideológicas manipuladas por entes “extra-universitarios”, nada más falso para la gran oligarquía de reyes y marqueses, casi dueños de las decisiones. De esa manera y subordinándose a la estupidez nacional de la lucha subversiva, de ley anti-movilización, de delito contra la maldita propiedad pública, decidieron que era mejor algo más a lo peruano, algo más “light” que no jugara tanto con los cargos de los altísimos funcionarios, dueños del poder patrimonial: la declaración delictiva del accionar de los estudiantes. Así, y no de otra manera, la amenaza se diluyó por la prensa, esa rastrera incógnita de responsabilidades impersonales altamente tele-comunicativas que dijo y desjido lo que le venía en gana. No todos claro. Una semana que se prolongó con el atardecer de rostros cansados, con la vigilia y el sueño entrampándose dialécticamente. Pero con la esperanza y felicidad de una comunidad que aprendía a federarse, a hacerse autónoma, dueña de sus vidas y decisiones. Otra vez la asamblea tenía la razón, no habría porque detenerse, si el rector no quería hablar, sino quería ver, sino quería sentir... Claro no fue solo el rector, fue también la indiferencia de los demás -para variar- fue la traición de otros que, coludidos con su egoísta esperanza banal de ser algo en la vida nos llamaron: “revoltosos”, “violentistas”, “vagos,” “terroristas”, etc. Entonces la solidaridad empezó a presentarse en forma de viáticos, de saludos y esperanzas que el pueblo nos regalaba o mejor dicho nos prestaba porque prometimos ayudarlo y defenderlo también algún día. Creo que no era una lucha intelectual, lo dije abiertamente, era una hermosa conspiración que reclamaba sus derechos armónicamente.
La segunda semana de lucha tuvo nuevos elementos que había que tomar en cuenta, el debilitamiento político interno, el cansancio extremo, la intransigencia de las autoridades, también, y hay que decirlo, la intransigencia de los dirigentes. A esto se sumaba la creación de mitos y especulaciones insensatas, las agendas autoritarias de los dueños de la UNCP y desde luego la gran noticia de la intervención militar -¡Cuánto daría porque algún día exista la intervención cívica!- a pesar del repudio de la población, de padres y madres de familia, de autoridades de otras instituciones, de los estudiantes no comensales, de la gente de a pie que vió en la lucha justicia. El gran ciudadano hecho rector decidió lavarse las manos y entregarnos a merced del sector más eficiente del Perú moderno: la policía. De esta forma la lucha tenía que cambiar, se dieron los errores, los que no supimos contrarrestar más que con nuestras esperanzas de conseguir, a pesar de nuestra suerte, los legítimos pedidos. Nadie puede alargar una lucha sin tomar en cuenta la capacidad destructiva de los militares y más cuando la memoria histórica nos recuerda a muertos y desaparecidos en la dictadura. Y como era de esperar nos botaron, de nuestra propia universidad. ¿Cómo lo hicieron? ¿Cómo creen? Con bombas, con balas, con insultos. Una horda marginal de seres que acaso no supieron decir: “no voy a obedecer esa orden, porque siento y pienso”, pero no, como siempre se burlaron del pensamiento y con ello de la función de la universidad…
Así se organizó la resistencia, esta carta es una muestra de ello. Para que se enteren, para que entiendan que no era mucho lo que pedíamos. Esta carta escrita a puertas del infierno, contiene el sentir de nuestros compañeros heridos, arrestados y perseguidos. No es momento de la indiferencia, tampoco del sigilo o el sollozo… Es el momento histórico de la unidad, de la dignidad y la solidaridad. Nuestra universidad nos quiere unidos y fuertes con ganas de estudiar. Pero no lo haremos, si los verdugos acechan nuestra formación, no lo haremos hasta que los irresponsables paguen por el delito mayor: el dejarnos solos (cuantitativamente 3000 vs 300) eso en todo el mundo socialista o capitalista se llama traición. Mientras los funcionarios celebran esta noche con grandes comidas, nuestros hermanos lo harán en las cárceles con frio y sed.
Por ello, y si me dan permiso, quiero que todas y todos nos unamos. Para seguir con la liberación de nuestros compañeros, para concentrarnos y abrazarnos para demostrarle a este hostil aparato estatal que a pesar que nos venzan sus armas, a pesar que nos privaticen la educación y nos militaricen la universidad, quedará en nosotros, los hijos del pueblo: la solidaridad universitaria, eso no se desaloja, eso no se daña, no se mata. Digámoslo de una vez por todas: No queremos más armas, más policías, más insultos, tampoco más indiferentes, ni neutralones. Queremos una educación humanista construida en base a nuestras necesidades y no las que solo le importen al gobierno.
PD: No descansaremos hasta que el rector se largue de nuestra universidad.
sábado, 14 de mayo de 2011
Lo insensato que sería el voto fujimorista en la UNCP
¿Qué nos preocupa de la insensatez de los fujimoristas de ahora y también de los de antes? Nos preocupa su falta de memoria histórica, su proyecto que podría resumirse respecto a la educación y a la universidad en: asesinatos, desapariciones, privatización de la educación pública, asistencialismo mediocre y claro apoyar el proyecto “democrático” más vergonzoso del planeta.
Por ello una historia necesita ser contada. Una historia que no solo rompe con la falsedad de la actual “democracia” antidemocrática, sino que nos envuelve en el seno mismo de nuestra conciencia: nuestros muertos, nuestra universidad, nuestro país y nuestra gente. Que no se venga a decir que la historia tiene fin, que no se diga -¡jamás!- que no supimos defenderla.
Hace 20 años aproximadamente, se cometieron -y se siguen cometiendo- los peores crímenes contra la cultura universitaria, contra eso que ya estamos por olvidar: “comunidad universitaria”. Sí, nos despojaron de la paz -aunque ellos dicen que nos la devolvieron, o es que prefieren decirlo así para que su proyecto totalitario no se desprestigie, pero nosotras y nosotros sabemos que no es así-, creyeron amedrentarnos con sus leyes privatizadoras, compraron conciencias -también las siguen comprando- lograron legitimar la vida asquerosa y corrupta que habitaba en sus conciencias asesinas.
Nuestra generación apareció ahí, en el preciso instante en que la universidad pasaba a ser un cuartel más de aquella forma de control, como agentes preconcebidos de una maquinaria que homogeniza nuestras peculiaridades, de ahí que nos vemos atrapados. Entre el seguir así, o seguir sin seguir. Aparecimos en medio de nuestros muertos y desaparecidos, claro sin saber si quiera que también habitaban nuestros salones, los pasillos, los parques en los que nos besamos y bailamos. Pero ahí están, en un día cualquiera, ellos también bailaron y se besaron como nosotrxs.
Estamos seguros que aquellxs compañerxs, trabajadores y docentes no quisieran que nos pase esto otra vez. No se pregunten sobre las posibilidades, si es que están acostumbrados a reflexionar todo, simplemente es que nuestra historia también nos protege y ahora no solo de las armas, de los asesinos sin rostros, de los secuestradores, ni de las dictaduras y “democracias”, sino también de las mentiras. Y nos enseña a defender nuestra dignidad, nuestra academia, nuestra solidaridad, nuestra UNCP.
Un día como hoy -como cualquier otro, no importa cuando- derrotados en vida, defendieron -a su manera- nuestros principios, un día como hoy también los recordamos, por su valentía quizá por su cobardía, para no ser cobardes y para no ceder con los caprichos del estado incapaz respecto a nuestro actual estado educativo-económico.
Un día como hoy -como cualquier otro, no importa cuando- derrotados en vida, defendieron -a su manera- nuestros principios, un día como hoy también los recordamos, por su valentía quizá por su cobardía, para no ser cobardes y para no ceder con los caprichos del estado incapaz respecto a nuestro actual estado educativo-económico.
Esta coyuntura mediocre, nos quiere devolver esa porquería política conocida como “fujimorismo”, legitimada solo por la ignorancia o la ambición de los ricos. Al otro lado de esta cueca “democrática” tampoco nos espera lo mejor; sin embargo si tan solo revisamos esta historia criminal, si tan solo reflexionamos sobre este punto crucial en nuestra vida universitaria, podremos entender que el camino democrático lo hacemos nosotrxs, defendiendo nuestra dignidad y nuestra solidaridad, los politiqueros pasarán, como las dictaduras y las democracias, preguntémonos que quedará: que no sea la ambición de los ricos y tampoco la ignorancia sistematizada.
No es momento de decidir por quien votar, eso lo hace cualquiera, es momento de defender la dignidad, luchar por una justicia para todxs. Eso sí, y es claro, si el “fujimorismo” vence y no solo en las urnas, recuerden no haber leído jamás este escrito. Pues cualquier noche podría salir el sol.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)